viernes, 17 de junio de 2011

MASTAGAGA LA SEGUNDA MONTAÑA MAS ALTA DE LOS TUXTLAS





MASTAGAGA LA SEGUNDA MONTAÑA MAS ALTA DE LOS TUXTLAS.
Por Ignacio Argudín Gutiérrez.
Es una tarde nublada, se siente en el ambiente una alta concentración de humedad definitivamente va a llover, a lo lejos se escuchan el retumbar de los truenos en el cielo, busco algún acotamiento en esta carretera para estacionar mi motocicleta, hay un pequeño espacio entre unos árboles justo al inicio de la parte selvática de la segunda montaña más alta de los Tuxtlas “EL MASTAGAGA”, a esta hora de la tarde las sombras ya son profundas entre el copado dosel arbóreo, veo el reloj y marca las cinco PM.
Tomo mi mochila, que contiene mi equipo fotográfico después de asegurar mi vehículo dirijo mis pasos hacia lo profundo de la montaña, camino pausadamente respirando los perfumes de la selva, y disfrutando del cantar de las aves, uno de mis objetivos es fotografiar algunas aves, tomando en cuenta que en realidad es algo sumamente difícil hacer buenas tomas, preparo mi cámara aunque las condiciones de iluminación son difíciles, ya que las nubes y la frondosa arboleda oscurecen mucho el ambiente, caminando con mucho cuidado ya que la hojarasca es densa en algunas partes cubre arriba de los tobillos y es algo peligroso porque es habitad natural de las víboras, entre ellas la Nahuyaca o como la conocemos “La Sorda” altamente venenosa así como sumamente violenta.
A lo lejos escucho el cantar de un Tucán y me dispongo a seguirlo por algunos momentos lo sigo escuchando cada vez más lejos el canto, entonces me quedo inmóvil un rato de repente el ave se posó en un árbol cercano a un tanque de agua, casi arrastrándome me acerque logrando varias tomas del Tucán real de los Tuxtlas, después de un rato emprendió el vuelo, gratamente satisfecho descubro que es una pareja de esas aves y muy cerca su nido, cambio de rumbo después de encontrar un árbol de Chinini silvestre y recoger varios frutos que se encontraban regados generosamente reanude mi camino hacia la salida de la montaña pero me distrajo el vuelo errático de un colibrí que se encontraba recolectando el néctar de múltiples frutillas, El colibrí detuvo un instante su frenético aletear instante que aproveche para capturar su hermosa imagen, después de varias tomas parecía que posaba para mi distraído con esa tarea en absoluto silencio solo el clic de la cámara, de pronto escuche pasos a uno 20 metros de mi ubicación percibí movimiento en la vegetación me escondí tras un matorral grande y un tronco caído, y frente a mis asombrados ojos aparecieron tres ocofaisánes, del tamaño de un guajolote de mediana estatura, tembloroso por la emoción y con mucha dificultad para ajustar la cama ya que casi estábamos a oscuras y a distancia considerable, accione repetidamente mi cámara y así logre capturar esa imagen verdaderamente rara ya que según mi amigo Tavo Ponce, estas aves se consideraban extintas en nuestra región.
Con satisfacción pongo a su disposición dichas fotografías, para que así como yo comprueben que en la selvas de los tuxtlas todavía se encuentra estas bellas especies exóticas a pesar de su brutal destrucción por parte de personas que bajo la protección de las autoridades por contubernio o por apatía y falta de interés, no frenan la explotación salvaje de materiales pétreos en faldas de las montañas de los tuxtlas, mismas que están dentro del “AREA NATURAL PROTEGIDA”, ya que para extraer la piedra desbastan absolutamente la vegetación asesinando arboles sin remordimiento ni compasión